ME GUSTABA MÁS, CUANDO ERA SENADOR .

Por: Efraín Marino

Presidente Corprensa Colombia

@corprensacol @efrainmarinojr

Es triste, lamentable, desilusionante y desmotivante cuando uno tiene unas expectativas de una persona y está no llega a alcanzarlas, “se calló del pedestal” dicen por estos lares, pero en mi tierra son más castizos y la frase más segura es “peló el cobre”

El Dr. Gustavo Petro, hombre sabio, inteligente, estudiado como el que más, con una oratoria admirable, su voz pausada y grave; sus gestos lentos y pensados, todas esas y muchas más cualidades, ilusionaban al pueblo con un buen gobierno; llegó al poder “como palmera”, una gran mayoría lo llevo al “curubito”, cómo la panacea para todos los problemas del país, “el gobierno del cambio” gritaban en calles y plazas, y las arengas tuvieron ecos en las urnas y ganó en una cuestionada elección, dónde aparecieron más de un millón de votos a su favor de la primera a segunda vuelta.

Personalmente voté por el ingeniero Rodolfo, lo hice como millones de colombianos porque no había por quién más votar, mi profesión me ha enseñado a ser objetivo, leí el programa de gobierno de los 4 candidatos opcionados y me gustó el del profe Fajardo, pero no le alcanzaban las cuentas … y así ví juntos a las tres cuartas partes de la población colombiana, cómo se elegía con tan sólo una cuarta parte, al actual presidente de Colombia.

¿De dónde saco estás cuentas? Es fácil, Colombia tiene 50 millones de habitantes, y por el señor presidente votaron un poco menos de la cuarta parte, los demás votaron por el ingeniero, votaron en blanco, no votaron o no podían hacerlo, y me tocó aceptar la nueva situación del país .

Ya en esta nueva realidad, volví a leer detenidamente el programa de gobierno del señor Petro, me pareció utópico, irreal, parecía más una novela donde se decía lo que se quería escuchar, pero no veía cómo se podía realizar, me preocupó el tema de los subsidios a diestra y siniestra, y que todo dependería de que “los que tienen más, paguen más” … pensé en cuántas personas son millonarias en el país que paguen legalmente sus impuestos, que por cierto no son muchas, y si no les sería “mas rentable” hacer empresa en otro país, cuando la carga de las promesas del gobierno, empezara a ser soportada por sus impuestos. Sin embargo desde lo más profundo del corazón deseé y todavía deseo que le fuera bien al señor presidente, porque si le iba bien, le iba bien al país.

Pasaron los primeros 100 días y vimos unos pasos en falso, pero le di el derecho a la duda, entendiendo que estaban en una transición de ser líder de la oposición durante más de 20 años, a ser el gobierno que tanto criticó y comprendi que se pudiera tomar algunas decisiones equivocadas.

Pasaron más días y la desmotivación se hacía más preocupante, extrañábamos esa gestión como senador, cuando exigía al gobierno de turno que diera resultados, cuando criticaba el despilfarro, los viajes, alzaba su voz por la víctimas, los desaparecidos, la muerte de líderes cívicos, etc. Y ahora curiosamente en el gobierno del cambio, siguen los despilfarros, los viajes, las víctimas, los desaparecidos y siguen muriendo los líderes, siguen las salidas en falso y pareciera que se está improvisando a ser gobierno, sus declaraciones tienen un tono más a cuando estaba en la oposición que a un jefe de estado, se trina de manera desobligante e irresponsable declaraciones que ponen es serios problemas al país, tanto así que el “adulto responsable” el Dr. Ocampo, Ministro de Hacienda ha tenido que salir a arreglar lo dicho.

“cayó como coco”, es otra frase muy coloquial y colombiana, la que resume la actual situación del señor presidente, el pueblo está muy desmotivado, las actuales reformas y cambios han sido impuestas a la brava y así hasta el más manso de corazón reacciona… recuerdo otra frase coloquial “el vivo vive del bobo, hasta que el bobo quiere”… y Colombia no es boba, ni tonta, ni sumisa…

Esto ha llevado a convocar a un PARO NACIONAL, el próximo mes de febrero, usando las vías y herramientas que siempre usaba la oposición, el derecho constitucional y sagrado de disentir y protestar pacíficamente; pero pareciera que el “coco” no quiere bajar tan fácilmente y está convocando para el mismo día a qué sus seguidores y aún ilusionados votantes, salgan a “defender las reformas del cambio”, reformas que por cierto no se saben sus textos y contenidos, pero saldrán a las calles a defenderlas a ciegas, cuál borregos alienados a voz de pastor.

Esperamos desde estas líneas que se reconsidere tan peligrosa decisión y no se invite al enfrentamiento y confrontación en las calles, pues fácilmente la protesta terminará en una guerra interna, volveremos a los tiempos dónde el hermano levantará la mano sobre el hermano y todos saben que en la guerra nunca hay vencedores. Si el gobierno quiere medir fuerzas, lo puede hacer en días diferentes y ser prudente aunque sea en esta única ocasión.

Finalmente termino con la frase que titula esta editorial: … “Me gustaba más, cuando era senador.”