Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918 en el poblado de Mvezo fue miembro de la tribu thembu de la etnia Xhosa. Su nombre de nacimiento era Rolihlahla, que significa “revoltoso”, pero al llegar a la escuela con 7 años su profesora le dijo que a partir de aquel momento se le conocería como Nelson. Mandela fue el primer niño de su tribu que asistió a la escuela, donde recibió una educación británica.
Tras la muerte de su padre, el joven Nelson empezó a interesarse por los asuntos políticos de su tribu y con 16 años formaba parte del consejo tribal. Cuando ya había empezado sus estudios superiores, supo que el jefe de la tribu había concertado un matrimonio para él y decidió huir a Johannesburgo, ciudad que marcaría el resto de su vida y que le vería crecer como hombre y líder.
Desde 1948 se estableció en Sudáfrica un régimen segregacionista denominado apartheid. Antes incluso, Mandela ya formaba parte del African National Congress, en el que luchaba contra las políticas del gobierno. En 1952, con sus estudios de derecho aún sin terminar, abrió un bufete de abogados africanos al que las autoridades le pusieron muchas dificultades. Cada vez más implicado en la vida política y en la defensa de los derechos humanos, el momento clave fue la matanza de Shapervillle en 1960, una manifestación pacífica que terminó con 69 muertos. En la clandestinidad, Mandela recorrió el país para organizar una huelga y viajó a varios países del extranjero para ganar apoyos. En 1962 fue detenido y condenado a prisión por rebelión.
Estuvo 27 años a la sombra y le convirtieron en un símbolo de la lucha contra el apartheid y le hicieron ganar las elecciones de 1990, convirtiéndolo en el primer presidente negro de la democracia sudafricana. Se convirtió en un líder carismático y concienciado que luchó por mejorar la situación de su país y llegar a la igualdad para todas las etnias y pueblos que lo habitan. Tras retirarse de la política en 1999, colaboró en la lucha contra el sida con la Fundación Nelson Mandela y mantuvo un activo papel en la lucha de los derechos humanos.
Se trata, sin duda, de una de las figuras más importantes en la lucha por la igualdad racial y cuyo esfuerzo y sacrificio se ha visto recompensado con los más de 250 premios que recibió a todos los niveles, destacando el Premio Nobel de la Paz de 1993. Madiba (abuelo venerable), como le conocían cariñosamente en Sudáfrica, falleció el 5 de diciembre de 2013, tenía 95 años.
En este año cumpliría 104 años y estos son los 10 datos curiosos que deberías conocer sobre Nelson Mandela
1.Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918 en el seno de la tribu thembu de la etnia Xhosa, en el poblado de Mvezo. Originalmente se le puso el nombre de Rolihlahla, que se puede traducir como «revoltoso». A los 7 años se convirtió en el primer niño de la tribu que asistía a la escuela, donde recibió una educación británica. Aquel día, la profesora, la señorita Mdingane, le dijo que su nuevo nombre a partir de aquel momento sería Nelson.
2.Desde 1944 Nelson Mandela formó parte del African National Congress (CNA), a través del cual luchaba contra las políticas de apartheid llevadas a cabo por el partido gobernante. En 1960, el CNA fue prohibido.
3.En agosto de 1952, Mandela abrió el primer bufete de abogados africanos del país junto con Oliver Tambo, en Johannesburgo. «Era un lugar en el que no eran rechazados ni engañados, donde podían sentirse seguros al ser representados por gente de su propio color», escribió Mandela, que lo tuvo difícil a la hora de ejercer en los tribunales a causa del color de su piel, dado que el código legal no se basaba en la igualdad. Por ejemplo, se consentía que los testigos blancos se negaran a responder a las preguntas de un abogado negro.
4.Después de que el 21 de marzo se produjera la matanza de Sharpeville, que supuso la muerte de 69 ciudadanos negros a manos de la policía durante una manifestación pacífica contra el apartheid, Mandela pasó a la clandestinidad y recorrió en secreto todo el país para organizar una huelga. En 1961 salió sin autorización de Sudáfrica y visita varios países africanos y Gran Bretaña para pedir apoyo para su movimiento de liberación. En 1962 lo detuvieron acusado de rebelión y abandono ilegal del país.
5.Cuando el 7 de noviembre condenaron a Mandela a prisión, al salir de la sala donde había sido juzgado repitió tres veces el grito «¡Amandla!«, que significa «poder». Y tres veces se oyó la respuesta del público: «¡Ngawethu!», que quiere decir «para el pueblo».
6.En total, después de varios juicios, Mandela pasó 27 años en prisión tras ser declarado culpable de sabotaje e intentos de derrocar al gobierno. La mayoría de esos años permaneció en la prisión de Robben Island.
7.Mientras estaba en la cárcel, Mandela estudió Derecho a distancia con la Universidad de Londres, si bien, aunque pasó algunos exámenes en 1963, las condiciones impuestas por las autoridades surafricanas le impidieron obtener su licenciatura. Además, el líder sudafricano creó un clima de estudio en el grupo de reclusos políticos. Tanto que en los ambientes de la lucha la isla de Robben era conocida como la universidad, «no solo por lo que aprendíamos en los libros, no porque los internos estudiaran inglés, afrikáans, arte, geografía y matemáticas. (…) También por lo que aprendíamos unos de otros», explicaba Mandela, que en aquella prisión distinguía entre estudios académicos «oficiales» y estudios políticos.
8.El 2 de febrero de 1990, F.W. de Klerk inició el desmantelamiento del apartheid y dio los primeros pasos para instaurar una democracia en Sudáfrica, legalizando el CNA y los restantes partidos. El 9 de febrero, comunicó a Mandela que le pondría inmediatamente en libertad. Con 71 años, asumió el liderazgo del partido e inició la transición a la democracia. Tras celebrarse las primeras elecciones generales con derecho a voto para todos los grupos raciales, el 10 de mayo de 1994 Mandela se convirtió en el primer presidente de raza negra de la República de Sudáfrica.
9.Después de retirarse de la política, Mandela consideró que también debía participar en la lucha contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) en su país, a través de la Fundación Nelson Mandela.
10.El día del cumpleaños de Nelson Mandela, 18 de julio, ha sido declarado por la Asamblea de las Naciones Unidas como el Día Internacional Mandela por la Lucha de las Libertades.
Hoy en día seguimos recordando su espíritu inconformista y luchador con algunas de sus mejores frases.
«Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí, y muchos pagarán el precio después de mí».
«Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre».
«Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos».
«Nunca he considerado un hombre como mi superior, ni en mi vida fuera, ni dentro de la cárcel».
«Nunca pienso en el tiempo que he perdido. Solo desarrollo un programa que ya está ahí. Que está trazado para mí».
«La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad».
«Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo».
«Una prensa crítica, independiente y de investigación es el elemento vital de cualquier democracia. La prensa debe ser libre de la interferencia del Estado. Debe tener la capacidad económica para hacer frente a las lisonjas de los gobiernos. Debe tener la suficiente independencia de los intereses creados que ser audaz y preguntar sin miedo ni ningún trato de favor. Debe gozar de la protección de la Constitución, de manera que pueda proteger nuestros derechos como ciudadanos».
«Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo».
«Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es el que no siente miedo, sino el que vence ese temor».
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